Empezar algo no es tan fácil como suponemos la mayoría de veces. Me ha sucedido, también, justo hoy que empiezo a publicar este blog. Me he dado cuenta que encontrar un nombre no es complicado – léase bien -, si es que ya lo haz pensado con anticipación durante el día, la semana o el mes ( y miles o muchos miles de veces antes); no es poner el nombre a un hijo - que todavía no lo tengo, y ya me voy dando cuenta que debo pensar en un nombre para estar preparado-, ni tampoco a una marca o producto nuevo, que ya me ha sucedido muchas veces trabajando en marketing y pones sobre el tapete 100 posibles, de los cuales 101 son rechazados por los jefes y terminan, luego de muchos rodeos, eligiendo uno, al fin. - ¡Éste es perfecto, qué buenas ideas que tengo! Grita con tanta emoción- Y el nombrecito se te hace un tanto conocido. Ya se les había propuesto muchos días antes.
El blog, un buen invento, un recurso para exponer ideas, una salida para dejar ir a las mismas; un lugar más en la vida de espacio ilimitado y libre – dependiendo del lugar donde se lo quiera abrir y que no hayan restricciones o bloqueos a los servidores; un despeje o un desquite, un desaire a veces y mucho más; una buena manera de guardar algunos apuntes que uno escribe por aquí y por allá, y que a las finales terminan en manos ajenas – muy a mi pesar -, en alguna enamorada que los guarda con nostálgico sentimiento o para quemarlos luego - dependiendo del final de la relación-, o simplemente debajo de otros papeles o libros viejos y polvorientos, sin volver a ver la luz hasta luego de algún tiempo, propiciando siempre una sonrisa algo ajena en nuestros labios, o un gesto distinto al recordar algún acontecimiento - ¡Estaba loco en esos tiempos! ¡Cómo pude haber escrito algo así!-, pero siempre resulta interesante, casi un diario, casi, casi. Porque en sí, solo el autor sabe toda la verdad de lo que escribe y tiene la libertad e independencia de recrear los acontecimientos. Así, la fuente como en una investigación se redacta “abajito”, en letras pequeñitas, que se notan al acercarse: Fuente: Elaboración Propia.
¿Cómo es la vida en realidad? ¿Es como la recuerdo? Sólo quería poner un título, no sé si el mejor, uno que me lleve a una razón. Es como la quiero recordar, como la recordamos, como nos la hacen recordar... Y no intento poner datos con un perfecto sentido cronológico, ya lo mencioné antes. Me gustan los blogs para leerlos y también para poder guardar algunos momentos, tales como los tengo en la mente, sin estar obligado a buscarlos algún día debajo de algún libro viejo, o de pedírselos a ella... Sí, a ella.
Y no es darme a conocer. Como diría un amigo: ¡Quién quiere saber tú vida!- para eso ya existen en la red muchos Hi5, MySpace, MsnBlog, que inundan y hasta aburren con sus SpaM, y otros tantos (miles) más. Sólo es escribir, por un gusto y no por obligación, por seguir haciendo lo que quiero y cuando lo deseo. Por seguir siendo libre. Por hacer que mis días valgan más. Porque al llegar la noche sepa que siempre hay muchas cosas interesantes y nuevas que descubrir. Por vivir hoy. Como dice ese slogan de una tarjeta de crédito: Porque la Vida es Ahora...
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No quiero escribir por escribir, ni que se piense que todo lo escrito aquí es tan cierto o es tan mío. Este blog es para vivir y al igual, tan sólo plasmar algo de cada momento sin tener que revisarlo o deternerme a pensar si cronológicamente sucedió así. A veces no hay que explicar algo o como dice Coelho: "No rompas el puente entre lo real y lo irreal, no intentes explicar por qué suceden las cosas"...La vida es...
viernes, 11 de mayo de 2007
El Inicio...mirando el camino (sin saber el destino)
a la/s
2:46 p. m.
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Publicadas por
Carlos Enrique
imagenes mentales
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