martes, 22 de marzo de 2011

Un producto con fallas


Ella dice que soy como un producto ‘fallado’, de esos que se adquieren bonitos pero que al momento de ‘encenderlos’ van mostrando características distintas a las que fueron ofrecidas. Será por ese motivo que me he preguntado, ¿es que debería ser considerado un producto con averías o es que no se leyeron bien las especificaciones antes de comprar? Ella, aun así, dice que espera saber si hay devolución.


Al momento ha pensado en los factores que cree son los que no le fueron indicados cuando compró, cuando me adquirió. Le gustaría que no hablase tanto a veces, le encantaría poder saber lo que pienso cuando me mira a los ojos, por ahí que la primera palabra que diga cuando la vea sea un ‘te quiero’ y si se pudiera —y he llegado a creer que es la principal razón—, que venga con unas manos que tengan control, como para no sobrepasarme, o sin ellas, para no arriesgarse a un desperfecto futuro.


Todo está dentro de lo normal, tenemos derecho a reclamar por algo que creemos no fue lo que pedimos, o por algún error. Pero le digo, hay que tener cuidado con las decisiones que se toman, nunca es lo mejor hacer algo a la ligera o en medio de una molestia que aturde. Imagino algo, no ha analizado que al cambiarme la nueva adquisición podría también venir con riesgo de fallas, quizá complicaciones peores e importantes. Debería pensar primero si las funciones que considera fallas de fábrica hoy son significativas, o si es que ella es quien se equivoca y no sabe aprovechar su compra.


Este ‘producto’ reconoce sus probables ‘errores de fábrica’ y sus dificultades para ser reparado porque también considera que son esas diferencias las que lo hacen separarse del resto y no le interesa un cambio en su estructura. Si sabes lo que tienes y te gusta, sabes cómo mantenerlo bien. Si te interesa lo que tienes puedes hacer algo, cuidarlo. Nada vendrá perfecto, equivocaciones siempre habrán, lo importante es tener la intención de solucionarlas, luego podrás adecuarte si deseas tenerlo a tu lado, el tiempo que dure. Este producto también sabe lo que vale.


¡Ah! Olvidé decir al inicio que no se permiten cambios ni devoluciones.

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