Me gusta la natación y la
prefiero en una piscina, a la playa la guardo para algo diferente. Nado porque mamá
insistió en que entre a una piscina cuando aún era niño y aunque no me gustaba
porque era aceptar que mis vacaciones las pasara despertándome temprano para estar
en agua fría. Nado porque descubrí que es un momento en el cual puedo estar
conmigo mismo y sabiendo que cuando se va creciendo (envejeciendo, dirían
algunos) se reducen estos tiempos por hacer mil cosas para vivir, así suene a
sarcasmo. Me gusta nadar porque cuando voy avanzando metro a metro solo soy yo,
el agua, el sol y mis pensamientos arremolinados. Porque en esos momentos ni
siquiera podría escuchar a alguien así intentara hablarme desde la orilla de la
piscina. A veces solo son algunos cientos de metros, otras veces algunos pocos
kilómetros, pero son momentos míos. Mi cuerpo sumergido en otro espacio de
diferente volumen y mi mente que puede ir a otra dimensión sin controles
sociales. Nado porque soy egoísta, porque es un deporte de uno la mayor parte
de las veces y la mejor de estas. Nado porque me gusta saber que mi corazón
late a un ritmo impuesto por mí y nadie más, me gusta saber que soy libre y que
lo que piense no será descubierto por nadie bajo el agua, así no tenga
pensamientos nocivos para la sociedad, tal vez sí extraños como los de hacer
una vida mejor. Bajo la superficie no puedo hablar y no me pueden decir nada,
no hay palabras y a veces es mejor estar sin ellas, aunque sea por poco tiempo.
Nado porque me ayuda siempre a despejarme, a tener imágenes en la mente
mientras voy surcando el agua. Me gusta porque no existen olores ni fragancias
que me desconcierten, que me atraigan o que me divorcien de algún sentimiento.
Bajo el agua solo hay ese azul mezclado con rayos de sol o las ondas del viento
que danzan, que van haciendo un solo paisaje con las cientos de burbujas que
acompañan mi trayecto. Me gusta porque a pesar de estar libre, el estar bajo el agua supone tener reglas que dictan
que tengo límites. Me recuerdan que no he nacido como un ser acuático, que siempre
necesitaré lo mismo que todos, volver por oxígeno a la superficie.
No quiero escribir por escribir, ni que se piense que todo lo escrito aquí es tan cierto o es tan mío. Este blog es para vivir y al igual, tan sólo plasmar algo de cada momento sin tener que revisarlo o deternerme a pensar si cronológicamente sucedió así. A veces no hay que explicar algo o como dice Coelho: "No rompas el puente entre lo real y lo irreal, no intentes explicar por qué suceden las cosas"...La vida es...
lunes, 8 de octubre de 2012
Bajo la superficie
a la/s
6:51 p. m.
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Publicadas por
Carlos Enrique
imagenes mentales
B-Side,
Bajo la superficie
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