lunes, 5 de mayo de 2008

Buenos veranos




1.



Es todavía temprano y la mañana no me recibe con calidez, hay neblina. Me encojo y me hundo en mis sábanas, son vacaciones, no hay escuela, no quiero levantarme. No me gusta el agua fría.
Pero mamá tiene el jugo de naranja listo y más que eso. A las justas despierto y me alisto para ir al entrenamiento en la piscina, no hace mucho que aprendí a meter la cabeza dentro del agua y abrir los ojos sumergiéndome para sacar unas monedas y un tenedor que el instructor colocó como prueba, pero mamá piensa que no es todo y falta más que eso. Solo me han costado unas horas y ya floto de lo más normal, algunos de mis compañeros siguen corriendo al borde de la piscina, el profesor no los puede alcanzar, corren más rápido.



Aprendí a nadar y mamá estuvo casi todo el tiempo sentada frente a la piscina sin decirme mucho, ella va más allá. Yo tengo que acabar con los 800 metros de esta sesión.
Al salir tengo tanta hambre, nos vamos caminando a casa y tengo un helado de recompensa. Mamá piensa que he mejorado pero que le gustaría verme nadar en estilo espalda y en pecho y mariposa. No me cuesta mucho y termino con vuelta olímpica antes de terminar el ciclo de verano infantil.



Años después jugando en el mar dos amigos casi se ahogan, no habían salvavidas cerca, en poco tiempo estaban ambos tratando de sacar la cabeza fuera del agua, pero a la vez con la desesperación, se hundían. No sabían nadar, los ayudé el tiempo necesario para que alguien más que vio la escena me apoyara y salimos. Ahora solo es una anécdota con muchas bromas… Pero yo pude ir más allá, como mamá quería.





2.



¡Sin sandalias, no las necesitamos! ; es temprano y la playa debe estar en baja; te presto un short, el tuyo está todavía mojado. ¡Vámonos! Y sin tomar desayuno, ya estamos en el malecón. Es cierto, hay arena, tanta arena ¡la playa es nuestra!



Sin parar bajamos y nos metemos, corriendo, saltando, atravesando las olas que son un poco más altas que nuestros cuerpos – ya bronceados - de niños de primaria en vacaciones de verano. El agua está muy calmada luego de las olas que hay cerca de la orilla, está clarita y puedo ver a los peces - chiquititos ellos – jugando entre las algas. El muelle de Pacasmayo está a mi derecha - pues voy hacia dentro, ¡al infinito! –, me hace recordar que mañana iremos a intentar pescar algo y el faro está a la izquierda, muy, muy lejos. Mamá de seguro ya viene más tarde a vernos y llevarnos para almorzar, para luego salir otra vez corriendo a la playa, sin sandalias, con los shortcitos todavía húmedos, a pesar de las advertencias - es inútil ¡Es verano y son vacaciones en la playa!



En la noche - como todas las anteriores - iremos a “comprar querosene” a la tía Rosita, esto sólo de broma, ¡no tenemos cocina a querosene! - ¡y ya casi hemos incendiado el corral trasero de la casa una vez por "cocinar"!- ¡Pero nos sale tan bien la voz de “viejita pedilona”!
El agua está tibiecita y como no hay olas puedo nadar como en la piscina. Avanzo y avanzo detrás de Juan que me lleva la delantera, nada mejor en el mar que yo, toda su vida ha estado aquí. Ya estamos muy adentro, mi tía y mi mamá estarían asustadas si hubiesen llegado ya al malecón o si supieran que siempre vamos hasta el fondo. ¡Ya llegamos primo, vas a ver! Ahora el agua me da sólo en la cintura, cuatro pasos más y en los tobillos, doy la vuelta a mirar al malecón, no hay nadie a quién decírselo, ¡qué importa! … ¡Hay banquito, hay banquito!





3.



Esos días largos con sol, tantos como desearías. Esos días de cuentos de hadas, algunos que tendrías. Tan distintos e iguales, a los que nunca odiarías. Mira al frente, olvida que estás junto a mí. Lo sé, es extraño que lo pida. Confía. Siente el viento y déjame ver como tu cabello hace que también yo pueda ir hacia el infinito, ahí donde el mar es testigo de un gran beso entre el sol y el cielo.





4.



Tal vez no vuelvan estos días, pero la libertad de tenerlos en la mente cada vez que quiero, es lo que prefiero. Un minuto más construye un pasado hacia atrás, recuerdos, memorias, momentos que pudieron ser y que no; pero hoy estás y no deseo más. Más tarde escribiré e intentaré que mis manos sean tan rápidas para describir este verano en el que deseo siga siendo de día, o que la noche no acabe. Y no dejes mi mano, nunca. He tardado, lo sé, quizá sea así el destino, nunca imaginé que íbamos a encontrarnos en un lugar lejos de donde nos conocimos. Ya no tienes los brazos cruzados por tu cintura y ya no me miras con desconfianza, me gustas más así. Ya no tienes miedo. Y no hay nadie más en la banca ni en todo este parque, hasta que oscurezca y cada quién regrese a casa. Cuando el sol se vaya y ya nada esté teñido de naranja.





5.



¡No dejes de correr! ¡No pares! … Ven, aquí es… La tomo de la mano, la pongo delante, y luego la cojo de la cintura, como mostrándole una pintura. “Te dije que no lo tendrás otra vez, no de esta manera”. La luna inmensa parece querer comernos. Y en sus ojos se refleja mucha luz, y no es solo por ella, es por mí… Pequeñas lágrimas caen por sus mejillas, siempre le regalaron cosas caras, nadie lo más simple pero olvidado: Detalles del universo.





6.



¿Aquí? Pero, es que… Hay mucha gente. ¿Y? Yo te veo solo a ti. Ella sonríe y se sonroja. No puedo negar que también siento muchos ojos mirándome, pero no hay ni pétalos de flores cayendo ni arroz volando hacia mi rostro, no alquilé la iglesia, no es el día de nuestra boda, ¡no tengo razones para estar nervioso!. “Aquí, ahora, así como en cualquier otro lugar”. Nos abrazamos muy fuerte y reímos juntos sin temer, no hay momento ni lugar para estar contento.





7.



¡Adelante, aquí Control! ¿No hay novedad? ¡Prosiga con la operación! … ¡Black One, conteste Black One! ¡Aquí Control! … ¡Qué pasó! ¡ Por qué no hay novedad! ¡Mierda! ¡Negro me estafaron! … ¡No hermano! ¡Espera!, parece que veo algo, hay alguien que sube… ¿Y? ¿Era él?. ¡Dime que sí!… ¡Puta no lo sé "man"! No vi si llevaba algo, solo parecía una caja, pero ya está saliendo… ¡Carajo negro, me jodieron! ¡Me dijeron que a las 5pm en punto y nada! ¡ya son las cinco y media! ¡Regresa a la base! ¡Yo mismo haré algo!…



Me he puesto a llorar de la emoción, estuvo lindo amor, fue una tremenda sorpresa, mi mamá las recibió, leí la tarjeta, todo estuvo precioso, hasta ahora no puedo creer cómo me impactó todo. Nueve rosas rojas, nueve meses, San Valentín. Ya casi nuestro aniversario. Todos estos días juntos. Pensé que te habías olvidado. Gracias, no lo olvidaré nunca.



¡La Operación "Sonrisa de Luna" fue un éxito!




P.d
El verano se fue teóricamente ya hace un tiempo, ahora el calor también se despide - en estos últimos días -, al menos en Lima sí. Pero no se fueron algunas páginas de veranos que quiero compartir, como "flashes" , porque ya llega la segunda temporada del blog, porque este mes es especial por muchas razones y quiero celebrar con todos ustedes y los que llegarán.







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