viernes, 9 de marzo de 2012

Algo anda mal


A los tres meses, más o menos, le dije el primer ‘te amo’ a la enamorada con quien más tiempo estuve. La expresión que puso al escucharme, una mezcla de alegría con sorpresa y extrañeza, fueron más que suficientes para darme cuenta lo mucho que me había costado pronunciar la frase.

Creo que cada tres meses les digo a mis padres que los quiero, no sé si porque tontamente considero que ellos deben saberlo y me detengo cada vez que estoy a punto de pronunciar las palabras. Tal vez porque no me gustan mucho los abrazos cuando me los dan porque me hacen parecer un niñito que necesita protección y me creo capaz de hacer todo solo sin necesitar ayuda.

Me cuesta mucho decir un ‘te quiero’ y se me hace un mundo para un ‘te amo’, algo debe andar mal en mí y no llegué a entrar en el círculo de regalos de frases afectuosas, de decirlas por decirlas, aun sin estar alcoholizado, porque en ese estado dicen que todos nos queremos, nos amamos y somos los mejores. Ni así pasa conmigo.

Hasta aquí soy un hombre de hielo. Equivocación común de quien dice conocerme pero que no ha logrado ver que hay mucho más que esas palabras, hay acciones para ofrecerle ese “te quiero” a otra persona. Claro, vale más si tus acciones se adornan con estas palabras, dicen. Ok. No discutiré eso, aunque lo crea cuestionable.

Quisieron que diga que “amo” y no pude. No porque no sienta amor, quizá porque algo anda mal en mí. Tal vez porque también quisiera que sean más que palabras que se dicen hoy y se olvidan mañana.

¿Me gusta escuchar esas frases? Sí, cuando son de verdad. Y las valoro mucho. A veces quisiera hacerlas mías y ofrecerlas también. Si me tuvieran paciencia.


He dicho contados “te quiero” y muchos menos “te amo”, aun así he amado como cualquier otro, he llorado, he reído, he creído en las palabras, he roto algún corazón y también hicieron retazos con el mío, ¿algo anda mal conmigo?



No hay comentarios.: