No quiero escribir por escribir, ni que se piense que todo lo escrito aquí es tan cierto o es tan mío. Este blog es para vivir y al igual, tan sólo plasmar algo de cada momento sin tener que revisarlo o deternerme a pensar si cronológicamente sucedió así. A veces no hay que explicar algo o como dice Coelho: "No rompas el puente entre lo real y lo irreal, no intentes explicar por qué suceden las cosas"...La vida es...
viernes, 22 de noviembre de 2013
Cosa de nenes


miércoles, 18 de setiembre de 2013
Acuerdo


miércoles, 15 de agosto de 2012
Siento por ciento


martes, 14 de agosto de 2012
Cajamarca Trip


martes, 19 de junio de 2012
Otra, otra, otra vez...


martes, 22 de mayo de 2012
Por unos milímetros


viernes, 4 de mayo de 2012
El escritor y yo.


jueves, 3 de mayo de 2012
Unos botines de fútbol.


miércoles, 2 de mayo de 2012
Son 102.


martes, 1 de mayo de 2012
¿Qué estás pensando?
¿Y cómo te enterarás de lo que pasa en el mundo (o hasta con el perrito de tu amiga) en tiempo real?, ¿acaso no has ganado dinero manejando cuentas de redes sociales?, ¿no ha sido tu fuente de ideas para algunos casos? Y entonces me detengo y digo que ‘puedo manejarlo’, que a pesar de eso podría vivir de manera distinta a los demás.


viernes, 9 de marzo de 2012
Algo anda mal


martes, 11 de octubre de 2011
Una ventana en el cielo


lunes, 12 de setiembre de 2011
Convenciones para/con-vencer


miércoles, 20 de julio de 2011
Como un cubo de hielo

Se ha dicho de mí que soy tan frío como un cubo de hielo, lo he escuchado muchas veces, en especial por parte de las chicas que minutos antes de ponerme la etiqueta me habían llenado de besos y abrazos por ser ‘distinto’. He intentado explicar que esa manera de actuar es algo que me ha acompañado desde que tengo uso de razón, hasta recuerdo que mis padres quisieron que sea más expresivo con las personas, que muestre mis sentimientos, pero no pudieron lograr que lo haga. Pero no creo que eso me convierta en un témpano. “Que escriba todo lo que pienso y sienta en un papel, que lo deje un día, que lo lea al siguiente y luego lo destruya”, me dijo una psicóloga. ¿Para qué tengo el blog?, refuté.
“Hay momentos”, digo y creo, aunque sepa bien que el tiempo es un tirano. Hoy aceptaré tener un carácter especial, por no decir fregado; le dicen “frío” y ya no me atrevo a desmentir con tantas ganas como antes. Pero lo que no cuento por temor a quebrar mi escudo es que sufro tanto o más que alguien quien sí demuestra sus sentimientos abiertamente. Muy pocas veces dije que extraño demasiado un abrazo o un beso, que me duelen las palabras ofensivas, que quisiera no ocultar mi pena, mi angustia o algunas lágrimas que escapan al control cuando escucho alguna canción que me lleve a un recuerdo. También he secado, antes que todos las vean, esas gotas que caen por mi rostro al ver una película que toque parte de mi vida o de lo que quiero o quise.
Sé que muchas veces se necesitan palabras dichas o escritas para mostrar que se quiere, que se extraña o que se ama, lo que no sé es si a todos nos gusta que se escriban tan solo por llenar un espacio, por cumplir con lo que se debe o se dice que debe ser. Estoy consciente que estas palabras valen, pero más aun estoy seguro que la persona que las dice debe acompañarlas por acciones que digan que ese abrazo, esos besos y ese cariño procuren que la sangre que corre por las venas caliente en invierno. Se me ha hecho siempre difícil pronunciar estas palabras o escribirlas para enviarlas, no sé si por querer ser distinto o por serlo sin darme cuenta, pero descarto la idea que muchas personas tuvieron en mente, que nunca las quise o que no me interesaban. El tiempo y lo que se vive ayuda para dibujarlas en papel o recitarlas, pero comprendo que no todos tenemos paciencia, menos aun en este mundo loco y rápido.
“Eres como un cubo de hielo, no te interesa nada”, me repitieron, creo yo que injustamente. Muchas veces ya luego de mucho tiempo o tal vez al momento de romper alguna relación. Diré que, si cuando me fui (o me echaron), no volví, no llamé o no aparecí por las mismas calles, fue (y es) porque quise llevarme la parte de pena que me tocaba conmigo y no compartirla, fue porque preferí (y prefiero) que quien estuvo a mi lado piense por sí sola qué tanto pude valer para su vida, para que luego siga sin que yo interfiera en ella. Quizá hubiese vuelto, dependiendo de los sentimientos, de las verdades, de cómo se dio el final, pero opté por dejar que realicen todo lo que por mí no podían. Díganme ingrato, yo le digo dar libertad, dejar decidir a cada quién. Díganme ingrato y frío, porque nunca pudieron ver que cada vez que se alejaba el cubo de hielo se iba deshaciendo sin remedio dejando salir el calor que tenía dentro.


domingo, 4 de abril de 2010
Una tarde donde acaban los días de playa
Carlos mira por su ventana el cielo anaranjado que poco a poco va cambiando de color y sigue oscureciendo todo alrededor. Sabe que ya el tiempo pasó y que hay momentos así, del final. Es domingo, pascua de “resurrección”, pero eso no resulta importante para él, tan solo le parece un título más de los que no van con lo que la realidad muestra.
—Es una tarde donde se acaban los días de playa y de libertad. —Recuerda con nostalgia.
Carlos piensa que muchas cosas podrían suceder hasta el siguiente verano, que no todo estará tal cual hoy; ni sus sandalias ni los shorts, ni el bloqueador solar, los que tendrá que guardar; ni la arena en los pies y la vista al horizonte tan inmenso como las ganas de vivir sin reglas.
Recuerda que hay cosas que no llegó a realizar, que las deseaba pero no pudo, que en su momento dejó ir, lamentando no tener la suerte en ese instante. Pero entiende que parte de la vida es dejar escapar, dejar escoger, tomar decisiones sin quitarle las propias a los demás. Y que las oportunidades se intentan, sin golpear a alguien más.
—Es una tarde donde acaban los días de sol y de libertad. —Respira sin dejar de ver al horizonte entre cerros que cortan el color que da el próximo crepúsculo.
Carlos escucha la misma música que hace años atrás, es la que más le gusta y con la cual se siente acompañado. Así puede imaginar que el día después de esta noche no será tan difícil y que oportunidades nuevas existirán. Entiende que hay cosas que se terminan pero que otros tiempos llegan y que se deben valorar. Sabe que muchos de los sentimientos que experimenta en este momento tienen su origen en la nostalgia de las vivencias de su niñez. Se extrañan los días y noches que se viven en lugares pequeños que mágicamente van construyéndonos un mundo donde queremos volver cuando hay libertad.
—Es una tarde que cae rápido, pero todavía después de las seis, a la que nunca quiero llegar, pero la vida es así, lo sé desde hace mucho. —Dice para sí mismo cerrando los ojos ya casi en la oscuridad.


jueves, 18 de marzo de 2010
Algunos post's para leer hoy
Me pidieron que recomiende algunos post que en las 3 temporadas pasadas (casi pasadas) me parecieron resaltantes. A mí personalmente me gusta todo, no dejo de creer que la modestia no tiene por qué sustituir al cariño que uno le llega a tomar a lo que crea. A pesar de ser un borrador trato de cumplir con las reglas que conozco y de siempre buscar un estilo propio, de ofrecer algo que pueda ser tomado como interesante (también para los que plagian).
Igual, allí les dejo, algunos post que pueden leer, todos están mezclados con cosas mías y otras no tanto, trato de que no sea tomado como un blog personal, a pesar que eso parece y eso se cree. No están con algún orden en particular (Puedes darle click a cualquiera de los títulos y podrás leerlos):
Soledad Programada: Fue uno de los más extensos y primeros, buscaba algo, quizá un estilo, lo tenía en mente y en partes desde mucho tiempo antes de escribirlo y al final me confundieron las cosas con uno popular de El Comercio cuando ni leía ese. No hay copia para nada y se nota que todavía empezaba a ordenar ideas.
Unipersonal, ese amor, el amor, el jodido amor: Es parte de algunos otros que estoy haciendo sobre cosas personales y no tan personales, pero con las que cualquiera se puede identificar, publiqué la versión recortada y saqué algunas cosas, como guardando. Tuvo aceptación, me dio gusto escribirla.
Esta Noche con Oasis: Un post sobre la noche del concierto de Oasis en Lima y más. El post es mucho más que Oasis, que la música y que esa noche en el Nacional. Está cargado de mucho sentimiento y quien lo lea y se adentre en el escrito podrá sentirlo también.
Noche Oriental: Significó de los primeros posteos pero además uno familiar y del lado menos conocido de mis raíces, la oriental, la que está ligada con China y con Mao. Resulta un poco alucinante al final, pero así también quedé yo al escuchar cierta parte de la historia de boca de mi tía abuela a quien recién conocía.
Sonrisa al desamor: Muy personal, muy interior. Lo escribí mucho antes de tener en mente al blog y lo quise poner. La soledad, el amor, desencuentros y encuentros se dan, se sienten. La escribí de una sola en una madrugada si no me equivoco. Y la entrevistadora que menciono es Rosa María Palacios de Prensa Libre, lo recuerdo.
Buenos Veranos: Son cuentos pequeñitos, pero que creo pueden gustar mucho. Me divertí escribiéndolos porque forman parte de mis recuerdos infantiles y juveniles. Muy buenas épocas.
Brenda Mau en Lima: Sin lugar a dudas los post (puse algunos más) sobre la prima Brenda tuvieron mucha acogida, es especial de personas de Barcelona y de toda España. Un buen recuerdo familiar además porque en la reunión que tuvimos en Lima pude conocer a muchos primos que no sabía que tenía. Buena noche.
Como dije, me gustan todos, luego les recomendaré más que están aquí guardados, por ahora dejo esos que no son ni los mejores ni los más populares. Me gustan todos.
Estoy escribiendo cosas nuevas, muchas no las publicaré en el blog, mantengo el sueño de publicarlas para que puedas tocar las letras con tus dedos. Ya será… ¿Algún editor(a)?
Saludos.


jueves, 4 de febrero de 2010
Pintando revoluciones

Hace unos días atrás se iniciaron unos trabajos necesarios en la casa que, como cualquier persona, pedía unos arreglos para verse mejor. Se vienen los 100 años del abuelo y tiempo ha pasado sin que se renueve la pintura. En momentos así, festivos y de centenario, todo se desea presentable, debe serlo, se quiere que los colores digan que seguimos vivos y más aun, contentos.
Pero para conseguirlo, en ese proceso laborioso en verdad, el pintor tiene que disponer prácticamente de la casa entera, teniendo potestad absoluta para quitar, para mover, para colocar una cosa sobre otra, hasta dejar todo hecho un desastre. Debo reconocer y repetir que, el trabajo es arduo, ya la vista final te hace olvidar esos previos, pero lo he vivido en carne propia, recuerdo que una vez, hace algunos años, me encargaron pintar un cuarto pequeño de la casa y la vi fácil. Error grave, terminé todo pintado, sucio, oliendo a corrosivo y esmalte por varios días, además de agotado y sin un resultado satisfactorio, renuncié a seguir con el favor que consistía en más espacios por pintar.


miércoles, 13 de enero de 2010
Escribiendo para el Abuelo
Entonces estoy aquí y dije:
Piensa, siente, recuerda; ve hacía atrás cuando eras niño; regresa, detente, vuelve a cerrar los ojos; escucha una linda canción. Que las letras que dibujes sean poquitas, porque no alcanzarán todas las que quiero poner, pero que sean mías y también de alguna persona en este mundo que haya conocido a esta extraordinaria persona ya centenaria y legendaria, a mi abuelo JUAN LEÓN MEZA.
Porque si cada uno se mentaliza en alguno de sus recuerdos encontrará un poquito siquiera de esto. Podrá sentir esa mano hábil y artista que pintaba lienzos, lo cual me apena decir, no logré aprender porque era muy niño cuando me quiso enseñar. Escuchará esa voz, casi militar, que aun con esos cien años encima sigue siendo firme. Que muchas veces surgió como voz de la conciencia para elegir el buen camino. Y también en ocurrencias para alegrarnos el día más gris. Esos caramelos y galletas que me ayudaron a pasar los días difíciles en la universidad, el desprendimiento total de una persona que nunca me dijo “quédate”, sino que me alentó a ir tras mis sueños. Otros tendrán sus años como profesor de Educación Física, como de los que ya no existen. Tantas cosas de este maestro, tantos secretos de vida nos ha regalado, muchos que iremos descubriendo conforme pasen nuestros años, que difícilmente serán cien.
No pude cumplir exactamente con la nota para la invitación, al final salió algo distinto, porque escribir para mí es así, no se sabe que puede nacer de algo. Que cada quien siga la composición, que entren en ella y la tomen como suya. Todos tenemos una historia con el Papá Juan y nunca olvidaremos a Mamá Angélica, es el cuadro completo. Confieso que estoy llorando, y sé bien por qué.
Papá Juan:
“Estás hecho con una madera de las que ya no hay. Me das tu mano cada vez que quiero fuerza y la siento como siempre cálida y generosa, deseo que me guíe y me enseñe a pintar eternamente cuadros con los paisajes de mis ilusiones. Escucho tu voz fuerte y clara aun estando muy lejos, en consejos y en bromas que de mi mente no se irán jamás. Veo tu sonrisa gigante en la oscuridad y me siento tan feliz, que confundo el tiempo y no sé si todavía soy un niño a quien nunca negaste un dulce. Y si aprendí a caminar y algo de la vida, tu maestría estuvo aquí. Agradezco a Dios el privilegio de compartir algunos de tus años. Algunos de los cien que has sabido vivir con alegría…”


sábado, 19 de diciembre de 2009
Ser más que un "copy-paste"
Carlos E.
Todos los derechos reservados http://comolarecuerdo.blogspot.com/ 2009.
pd. ¿Alguien sabe cómo funciona realmente la licencia de Creative Commons para derechos de autor?


miércoles, 16 de diciembre de 2009
Narciso
El gusto que tengo por ti se debe a mirarme en el espejo
y saber que te ves bien a mi lado.
Porque el mundo habla cuando mira arriba perplejo
y me encuentra tomando el sol,
en una nube que no pierde las ganas de llorar.
Me miro y me miras sin saber por qué,
recuerdas quererme de antes,
sin encontrar la atracción inicial en tus recuerdos,
pero sabes que el encanto es disparejo.
Confuso como el hechizo que doy.
Narciso… Narciso… Soy.
El gusto de caminar por ir a mirar el mar es tan complejo
como entender las líneas de mi mano.
Porque pienso que no existe nada como mi reflejo
y duermo soñando con mi imagen,
en esa nube que no pierde sus ganas de llorar.

